De ser desierto se llena de (bio)diversidad:

FSC Canada
bosque comunitario resucitado es hoy un magnífico ejemplo de la sostenibilidad
overhead shot of autumn Canadian forest
FSC Canada
Enero 19, 2024
Categoría : Cuentos

A unos 60 kilómetros al este de Ottawa se asienta un bosque resucitado.

A principios de los 1900, un dosel de abetos y pinos blancos se taló para sembrar cultivos – un plan mal orientado, ya que los suelos arenosos resultaron inadecuados para la agricultura. Fue así que quedó un desierto de granjas abandonas cerca de Bourget, Ontario, hasta que, a finales de los 1920, un agrónomo local comenzó a sembrar coníferas en esas tierras.

Desde entonces, gracias a esfuerzos conjuntos, el paisaje volvió a crecer y, con 18 millones de árboles plantados, éste se ha transformado en un próspero y biodiverso bosque. Hoy se le conoce como Bosque Larose, uno de los bosques comunitarios más grandes del sur de Ontario –santuario para la fauna silvestre y un lugar importante para que las personas entren en contacto con la naturaleza dentro de la región más poblada de Canadá.

Un pequeño equipo del departamento de planeación y silvicultura en los Condados Unidos de Prescott y Russel (UCPR, por sus siglas en inglés) encabeza el manejo responsable de Larose – esfuerzos que han conseguido la certificación FSC durante cerca de 20 años.

“El estándar del FSC nos proporcionó una sólida estructura para establecer nuestro plan de manejo forestal y orientar las estrategias que implementamos en el bosque,” señala Steven Hunter, silvicultor de UCPR. “Con la certificación también hemos acudido a expertos de diversos antecedentes, quienes nos ayudan continuamente a mejorar nuestros esfuerzos para preservar el hábitat esencial.”

Una de las especies más admiradas y emblemáticas de Larose es el alce: un mamífero esquivo pero carismático, uno de los más abundantes de todos los bosques canadienses. Aquí en Larose, los animales – que tienen un valor cultural significativo para los pueblos  mohawk y algonquino – constituyen una de las poblaciones de alces más meridionales de Canadá.  

Al centro de Larose se encuentra un vasto humedal que es hábitat fundamental para el alce. En primavera le proporciona sitios de parición; en verano le brinda aguas abiertas para beber y mantenerse refrescado; en otoño es el anfitrión del apareamiento o celo; en invierno constituye una esencial fuente alimentaría.

“Protegemos esta zona de las actividades de manejo forestal y recreación,” explica Steven. “En otros lados hemos mantenido o mejorado las características fundamentales de hábitat, tales como los humedales para amortiguamiento que proporcionan las plantas acuáticas que comen los alces y las restringimos cuando realizamos el aprovechamiento para reducir nuestro impacto durante épocas críticas del año, tales como durante el apareamiento.” 

Estas estrategias también benefician a otras especies, las cuales incluyen entre otras, a venados de cola blanca, urogallos, conejos cola de algodón, chotacabras, pájaros carpinteros y la polilla imperial de los pinos, una especie considerada como vulnerable en Ontario.

Cerca de 2,400 especies de flora, fauna, líquenes y hongos, 30 de las cuales son especies amenazadas o en peligro, hoy abundan en Larose. Aquí, las flores silvestres se mezclan con imponentes pinos canadienses; salamandras de puntos amarillos con ranitas del poniente canadiense; aves que anidan en los bosques como el zorzal de bosque con mamíferos como las nutrias – y, por supuesto los alces. 

Steven dice que el bosque se maneja de manera a crear diversos paisajes en varias etapas de desarrollo para proporcionar una amplia variedad de hábitats. “Esto incluye proteger y aumentar las características fundamentales de los hábitats tales como nidos, huecos en los árboles, albergues invernales e importantes fuentes de alimentos,” nos dice.

El equipo también realiza inventarios para evaluar el hábitat de la fauna silvestre y determinar la presencia de especies en peligro. Lo que antes habían sido “bio campañas” de dos a tres días, hoy son esfuerzos en curso a través de la iNaturalist app, una aplicación en la que científicos ciudadanos pueden confirmar las especies y geo-localizarlas.

De hecho, los científicos ciudadanos, han identificado más de 800 especies de insectos que son las especies más amplias, más diversas y más importantes de Larose ya que alimentan a las aves, polinizan las plantas y desintegran la materia orgánica. La UCPR ha trabajado con grupos tales como el Club de Naturalistas de Campo de Ottawa para desarrollar planes específicos para aumentar significativamente el hábitat de los insectos.

“Nuestras relaciones con la amplia gama de usuarios del bosque también es una maravillosa manera de cumplir muchos principios de la certificación FSC, incluyendo la protección de especies raras y amenazadas,” señala Steven.

Entretanto, el Bosque Larose, el cual se asienta como una isla verde en medio del desarrollo y de tierras agrícolas – es un lugar popular para esquiar, hacer ciclismo de montaña, excursionar, además de otras actividades, el cual recibe a cerca de 50,000 usuarios recreativos al año. Hace unos 15 años, la UCPR reunió a un equipo para estudiar los mejores lugares para senderos que pudieran impedir cualquier efecto dañino para el ecosistema. Hoy en día, más de 200 kilómetros de caminos y senderos bien mantenidos se entrecruzan con seguridad en el bosque.

Steven dice que los residentes comprenden que su bosque certificado FSC está bien manejado en nombre de ellos – se trata, por así decirlo, de un “sello de aprobación”. Estos esfuerzos adquieren una importancia realzada para bosques comunitarios que deben persistir a pesar del crecimiento en estas regiones considerablemente desarrolladas. 

Tal es el caso en Larose, reconstruido desde el sotobosque gracias a la pasión y dedicación de aquellos que viven, trabajan y juegan en las cercanías.