Las manos que dan forma al futuro de un bosque

Griselda está sembrando las semillas para un bosque que prospere más allá del mañana.
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Mayo 9, 2025
Categoría : Cuentos

Al caminar por un sendero forestal con Griselda Guarino, es evidente que ella pertenece ahí; no solo como guardabosque, sino como alguien que conversa apaciblemente con la tierra, preguntando siempre que más puede hacer por ella. Ella no corresponde a la imagen convencional de una gestora forestal en la Argentina rural y tampoco lo ha intentado. 

Hace dos décadas, cuando pocas mujeres trabajaban en el campo, Griselda fue líder de un equipo de 30 hombres para el aprovechamiento del bosque. Hoy, sigue siendo líder – no solo para operaciones, sino para cambiar las mentalidades en paisajes, aulas y comunidades. Su enfoque para la silvicultura es profundamente personal: no se trata solo de manejar árboles, sino de cultivar el cuidado, la responsabilidad y una visión de en qué pueden convertirse bosques y personas.  

Aun cuando Griselda pasa gran parte del tiempo en el bosque, su impacto va mucho más allá de los árboles. Ella es una fuerza para el cambio, iniciando programas educativos, siendo pionera en proyectos de conservación y asesorando a futuros guardabosques. Su meta es simple: asegurar que los bosques no solamente se preserven, sino que sean valorados por los que viven cerca y los que, desde lejos, dependen de ellos. 

Forest

Seguir el llamado de la naturaleza 

La historia de Griselda comienza en el campo, en la finca de su familia, rodeada de viñedos, nogales y árboles de frutas con hueso. Ese paisaje dejó una marca. “Siempre sentí un profundo vínculo con la naturaleza,” dice. Pero la silvicultura no entró en escena sino años más tarde, siendo becaria en la universidad. Había estado estudiando agronomía y no estaba segura de sus siguientes pasos – hasta que una experiencia práctica cambió todo.   

Dije:Bueno, esto es lo mío,’ y a partir de ahí nunca paré. Viajé, aprendí de distintos bosques y viví esas experiencias.” 

Ese descubrimiento moldeó no solo su carrera, sino la forma en que percibe el rol que desempeña.  

Ser gestora forestal significa compartir mensajes sobre cuidado al medio ambiente y manejo forestal responsable con las comunidades cercanas, afirma. Ser gestora forestal significa más que atender árboles – se trata de llevar mensajes de cuidado y manejo forestal responsable a las comunidades cercanas. Compartir esas herramientas e historias ayuda a ser una sociedad más consciente y comprometida. Esa es la manera en que la silvicultura va más allá del bosque.  

Ser líder del cambio a través de múltiples iniciativas 

El compromiso de Griselda con la educación ha guiado gran parte de su trabajo. Cuando se unió a Pomera, ella se encargó del programa de la empresa “Bosques + Futuro”, enseñando manejo forestal sostenible en escuelas rurales. Inicialmente subcontratados, Griselda y su equipo desarrollaron su propio contenido, armonizando las lecciones con las prácticas certificadas FSC. Durante la pandemia, digitalizaron el programa, ampliando su alcance a zonas anteriormente inaccesibles. En la actualidad, llegan a 1,800 niñas y niños anualmente. A través de los y las estudiantes estos mensajes se difunden a familias y comunidades. 

Griselda también codirigió el programa “Un árbol para mi vecindario” con la municipalidad de Posadas. Antes de sembrar 300 árboles nativos en un vecindario de bajos ingresos, su equipo emprendió campañas de concientización – talleres, pláticas y distribución de materiales – para asegurarse de que los árboles no solamente se sembraran, sino que también se cuidaran. 

Griselda with kids

Una voz para la equidad y la biodiversidad 

El camino de Griselda no ha sido fácil. Cuando comenzó, ella era frecuentemente la única mujer en la sala – o en el bosque. Pero, con apoyo de su manejo y absoluta determinación, logró ganarse la confianza de sus colegas. Hoy en día, ayuda a crear espacio para otras. A través de su trabajo con la Federación Ornitológica Argentina (FOA), promueve políticas más flexibles para apoyar a mujeres a que equilibren su vida familiar y profesional. También se asegura que a mujeres estudiantes y pasantes de silvicultura se les brinden verdaderas oportunidades de crecimiento.  

Su trabajo va más allá de la equidad social llegando a la conservación de la biodiversidad. Uno de los proyectos que más la enorgullece es la alianza con la Fundación Rewilding Argentina para reintroducir el venado de las Pampas. La iniciativa protege a una de las especies nativas en peligro de extinción – el venado de las pampas – mediante la preservación de pastizales, la capacitación de trabajadores forestales y promoviendo la coexistencia con paisajes de plantaciones. 

Ella está también detrás de un plan a largo plazo de captación de carbono y restauración de bosques: convertir las antiguas tierras ganaderas en bosques de pinos, eucaliptos y especies nativas que se dedicarán exclusivamente al secuestro de carbono y a la protección del patrimonio durante los próximos 30 años, sin ningún aprovechamiento o desarrollo permitido durante ese tiempo.  

Griselda with a flower

A través de todo esto, el trabajo de Griselda ha sido mundialmente reconocido. Sus programas educativos, sus esfuerzos de conservación de la fauna y su compromiso con los estándares FSC le han otorgado premios y abrazos, pero para Griselda, la mayor recompensa es saber que está marcando la diferencia. Para ella, es evidente que no se trata del reconocimiento, sino de saber que está dejando al mundo un poco mejor de como lo encontró.   

Ahora que trabaja como consultora, Griselda se está capacitando para convertirse en auditora de certificación forestal; manteniéndose cercana al FSC y al trabajo que ha sido siempre fuente de inspiración. Su mensaje sigue siendo claro: los bosques deben valorarse no solo ecológicamente, sino económicamente también para que puedan prosperar para las futuras generaciones. 

Con el fin de proteger a los bosques contra la degradación, debemos asegurarnos de que tengan suficiente valor económico y así apoyar su cuidado a largo plazo. La certificación FSC es fundamental en promover el manejo responsable, beneficiando tanto al medio ambiente como a las comunidades que dependen de él. En esto radica la prueba de que el manejo forestal sostenible es alcanzable y tiene un impacto positivo tanto para la tierra como para la sociedad.

Al reflexionar sobre su carrera, una cosa es evidente: Griselda Guarino no solo está dando forma a los bosques, está dando forma al futuro. 

Conozcan más sobre la certificación FSC y su impacto en el manejo forestal sostenible de Argentina visitando el  sitio Web del FSC Argentina. 

Da clic en cada imagen más abajo para conocer a las apasionadas personas que trabajan en bosques certificados FSC y descubre cómo están ayudando a moldear un futuro más resiliente para bosques y comunidades por igual.

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