El custodio del equilibrio Armonizar la conservación, la comunidad y la silvicultura sostenible en la Cuenca del Congo Mayo 9, 2025 Categoría : Cuentos La vida de Aimé Roger Malonda ha transcurrido en los bosques de Gabón, al centro de la Cuenca del Congo, región que alberga algunos de los ecosistemas más variados y vibrantes del mundo, rebosantes de fauna, desde elefantes de bosque hasta gorilas y chimpancés. Para mí, el bosque es vida, dice Aimé Roger. Y en esta vida hay lo espiritual y lo físico. Pienso que cuando caigo enfermo, en cuanto voy al bosque, es como si hubiera casi sanado, incluso antes de ir al hospital. Porque en el bosque, encontramos todo, y yo tengo esta pasión. Cuatro generaciones de guardabosques La conexión de Aimé Roger con la silvicultura es personal, tejida durante generaciones en su familia. Sus padres eran guardabosques que trabajaban en los mismos bosques que él maneja ahora – CEB – y su hijo ha seguido sus pasos. Para Aimé Roger, esta continuidad es importante pues su deseo es que los bosques se mantengan de generación en generación “para asegurar que los hijos de nuestros hijos también vengan a trabajar en el bosque,” como dice él. En su capacidad como Responsable de las Operaciones de Corta Forestal para Precious Woods-CEB, él es responsable del sutil equilibrio de la silvicultura sostenible. Aimé Roger cree que la silvicultura sostenible puede coexistir con la salud del bosque y quiere probar que los guardabosques no son talamontes. No es que nos dediquemos a extraer del bosque; nos aseguramos de que el bosque pueda regenerarse y proliferar, nos explica. Nuestra meta es realizar un aprovechamiento responsable, permitiendo que el bosque sane para que, dentro de 25 años, estemos de vuelta y el ciclo siga adelante. En algunas zonas, solamente aprovechamos una hectárea a la vez, dependiendo de lo que encontremos, para que el bosque tenga el espacio y los recursos para recuperarse. El bosque y la comunidad El compromiso de Aimé Roger con la responsabilidad tanto ambiental como social es evidente. Él entiende la importancia de retribuir a la comunidad, al tiempo que proteger al bosque. “Hoy, las aldeas que rodean al bosque se benefician de proyectos que ellas mismas han solicitado,” dice. “Antes, estas aldeas estaban aisladas, sin acceso a caminos. Hoy, gracias a los caminos que se han construido alrededor de la concesión, la gente tiene acceso a servicios de salud y a escuelas.” Estos caminos han transformado vidas, han abierto oportunidades para servicios educativos y médicos y han creado un vínculo más sólido entre el bosque y las personas que dependen de él. Un ejemplo de este equilibrio es asegurarse que los recursos del bosque se utilicen con sabiduría. Ciertas plantas que se encuentran en los bosques son vitales para las dietas locales, tales como las hojas empleadas para preparar el casabe, un alimento básico. “No permitimos que nuestros trabajadores corten estas hojas,” señala Aimé Roger. “Más, bien la gente de la aldea las recolecta, ayudando a conseguir un pequeño ingreso del bosque en apoyo a sus familias. De esta manera, el bosque nutre a la comunidad, sin agotar sus recursos.” Más allá de los recursos del bosque, Aimé Roger también pone gran énfasis en la protección de su fauna. Dentro de la concesión de Precious Woods, un equipo de especialistas se centra en la protección de la fauna, con más de 500 cámaras instaladas para monitorear el bosque y detectar actividades ilegales. Aun cuando la corta puede perturbar temporalmente la actividad animal, en particular para especies no acostumbradas al ruido, el bosque encuentra rápidamente su equilibrio. “Al principio, los animales se alejan, pero luego regresan al darse cuenta de que no hay peligro,” nos explica. Este enfoque asegura que las operaciones de corta no dañen la biodiversidad del bosque. La certificación como un compromiso Aimé Roger percibe a la certificación FSC como una herramienta vital en su trabajo. No se trata solamente de agregar valor a la madera. Para él, la certificación garantiza que los bosques se manejen responsablemente. “Tener un bosque certificado significa que la madera se reconoce por su calidad y cumple estándares elevados, lo cual abre mejores oportunidades de mercado,” explica. Sin embargo, la importancia real de la certificación dice, radica en su compromiso con la sostenibilidad. “Con la certificación, somos responsables de rendir cuentas. No se trata de aprovecharnos del bosque. Las auditorías y la supervisión aseguran que estemos trabajando de una manera que preserve al bosque para el futuro.” Aimé Roger compara esto con la estructura de un salón de clases, donde la guía y evaluación conducen a mejoras. “Sin la rendición de cuentas, no puedes mejorar. La certificación nos proporciona el marco para trabajar adecuadamente, con cuidado y protegiendo al bosque.” Al mirar hacia el futuro, el compromiso de Aimé Roger sigue inquebrantable. “Queremos que los hijos de nuestros hijos encuentren que este bosque sigue aquí,” señala. “El bosque tiene un enorme valor y se trata de un valor que no queremos perder, queremos preservarlo hasta el final.” Mediante un manejo forestal cuidadoso, Aimé Roger garantiza que los bosques de la Cuenca del Congo sigan prosperando durante generaciones, apoyando, no solo a la biodiversidad que los considera su hogar, sino a las comunidades que dependen de ellos para su sustento. Como custodio de este equilibrio, Aimé Roger desempeña una función vital de asegurar que la sutil relación entre personas, fauna y el bosque continue en armonía durante los años por venir. Para saber más de Aimé Roger, miren su video. Además, exploren cómo la madera tropical certificada FSC de la Cuenca del Congo está impulsando la construcción sostenible, incluyendo su función clave para preservar los canales de Ámsterdam, en esta historia interactiva sobre la certificación FSC y su impacto en el manejo forestal de Gabón. Da clic en cada imagen más abajo para conocer a las apasionadas personas que trabajan en bosques certificados FSC y descubre cómo están ayudando a moldear un futuro más resiliente para bosques y comunidades por igual.